domingo, 26 de junio de 2011

Salir


Calles de luces
de empedrados curvos
que llaman a sentarse
en sus perfectos umbrales.

Parpadeando la gente
camina por ellas algo tristes
obligando sus viernes y sábados
a sonoras felicidades.

Son las calles de antes
del turismo buscando detalles
en lo obvio de Buenos Aires.
Eso que sentimos todos,

eso que no siente nadie
ese tango ajeno y docto
que cantamos e ignoramos.

Estas calles de luces
que gastamos de rituales
son espejo que deforma
y desluce vanidades.

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